El Mal de Altura, también conocido como “Soroche”, es un síndrome que afecta a muchos visitantes a la ciudad del Cusco, y en los últimos años se ha generalizado la idea de que solo afecta a los que provienen de zonas más bajas respecto a la altitud. Sin embargo, el Mal de Altura puede afectar a cualquier persona que ascienda a grandes altitudes a partir de los 2.500 m.s.n.m. sin importar su lugar de origen. Es por ello que aquí te dejamos algunos datos a tomar en cuenta para prevenir el Mal de Altura:
¿Qué es el mal de altura?
Debemos tener en consideración que el Mal de Altura es un conjunto de síntomas condicionados por la falta de oxígeno en cada bocanada de aire, es decir, una respuesta fisiológica a la baja presión de oxígeno en el aire a grandes altitudes.
Factores que incrementan el riesgo de Mal de Altura en Cusco
Los recorridos turísticos en el Cusco están entre los 2000 y 5000 m.s.n.m., y la altitud de por sí ya es un factor que influye en contraer el Mal de Altura. Entonces, cuando viajamos a zonas altas, como la ciudad del Cusco, aparte de la altitud debemos tomar en cuenta otros factores que posibilitan el riesgo de Mal de Altura:
El frío: El Cusco se caracteriza por presentar mayormente un clima frio la mayor parte del año, es así que el frio puede ser un factor que complica la aclimatación y hace que los síntomas sean más difíciles de controlar.
Baja humedad: a mayor altitud los sitios presentan menos humedad, siendo así que en el Cusco la pérdida excesiva de agua y otros líquidos importantes para el funcionamiento del cuerpo es mayor a la de zonas bajas, así también puede secarse las vías respiratorias y causar irritación.
Aumento de rayos ultravioleta: en el Cusco los rayos ultravioletas son fuertes durante el día, de igual manera pueden generar sensación de fatiga y ocasionar malestar general.
Estado de salud: la condición física y antecedentes médicos influyen en la susceptibilidad al Mal de Altura.
Causas
La mayoría de las causas son manejables, por lo que a continuación citaremos una por una:
Falta de Aclimatación: Es la incapacidad o falta de tiempo para adaptar el cuerpo gradualmente a un entorno de elevada altitud. Por ejemplo: Cusco, un espacio ubicado a 3399 m.s.n.m., es un espacio donde si no se tiene la aclimatación respectiva, el cuerpo es muy susceptible a padecer el Mal de Altura.
Baja presión de oxígeno: Es cuando la cantidad de oxígeno es menor a la habitual, especialmente en zonas de elevadas altitudes. En este caso en Cusco, la presión atmosférica es perceptible y dificulta la oxigenación a la mayoría de los visitantes.
Ascenso rápido: es la acción de subir a altitudes en un tiempo corto, en el cual el cuerpo no ha logrado aclimatarse apropiadamente, convirtiéndose una causa que pasa desapercibido, especialmente sucede con los visitantes aventureros.
Actividad física exigente: el ejercicio intenso de determinadas actividades sin importar la altitud es una acción que consume mucha energía de por sí, y estando en Cusco en elevadas altitudes realizar actividades físicas exigentes es una causa mayor a padecer el Mal de Altura, porque el cuerpo ya está centrándose en adaptarse a la poca disponibilidad de oxígeno.
Síntomas
Entre las señales que podemos identificar y reconocer que estamos ante un evento de Mal de Altura, son las siguientes:
Dolor de cabeza muy agudo: es un síntoma que la mayoría de visitantes suele padecer a causa de la carencia de oxígeno. Este síntoma normalmente se presenta en tours donde hay mayor exposición a la luz solar.
Vértigo: este síntoma es cuando la persona siente una sensación de mareo, como si su entorno giraría. Este síntoma es susceptible a la mayoría.
Debilidad: la persona siente que disminuye su fuerza física y realiza las actividades cotidianas con mayor dificultad. Se presenta normalmente cuando la persona no está consumiendo los alimentos necesarios y aún no se adaptó al entorno geográfico.
Fatiga: esta sensación de agotamiento normalmente ocurre en tours pequeños, ya que la persona aún no se ha adaptado a su entorno y la falta de oxígeno es perceptible.
Náuseas: es la sensación de incomodidad estomacal. Las personas deben tomar en cuenta este síntoma, ya que puede presentarse incluso en cualquier momento sin la necesidad de realizar actividades forzadas.
Vómitos: este síntoma es el indicador más claro que la persona está padeciendo el “Soroche”, ya que realiza expulsiones forzadas del contenido estomacal a través de la boca, siendo una respuesta fisiológica al malestar causado por la altitud. Este síntoma suele suceder en caminatas y viajes en el transporte móvil.
Insomnio: la persona tiene dificultades para conciliar el sueño a causa de la falta de oxígeno.
Edema pulmonar o cerebral: tanto el edema pulmonar como cerebral son las complicaciones más severas.
¿Cómo prevenir?
Y ahora, a lo que venimos, te contaremos las mejores maneras y remedios que puedes tomar en consideración para prevenir el Mal de Altura en Cusco:
Prevenciones no Farmacológicas
Aclimatación: se debe permitir descansar a nuestro cuerpo los primeros 2 y 3 días en Cusco, debes realizar actividades que no requieran exigencia física y descansar para que el cuerpo se adapte al nuevo entorno.
Mantener una dieta variada y ligera: la comida debe ser ligera y fácil de digerir, así mismo, se debe evitar los alimentos grasos y pesados.
Ascender gradual: si está en sus planes realizar tours que requieren caminatas considerables respecto a la altitud, debe tomar en cuenta realizar de manera progresiva sin prisa.
Estar hidratado: es crucial estar hidratado en todo momento, especialmente a la hora de visitar sitios arqueológicos y realizar caminatas de senderismo u otros.
Hacer reposo: Si está agotado y siente la falta de oxígeno, es aconsejable descansar en un espacio donde no llegue la radiación solar si es posible.
Evitar bebidas como el alcohol y cafeína: estas bebidas pueden empeorar los síntomas del mal de altura, por lo que se debe evitar consumir por lo menos los primeros días.
Tener un estado físico saludable: estar en óptimas condiciones físicas es un factor que influye de manera positiva a adaptarse más rápido a sitios de elevadas altitudes como Cusco.
Prevenciones Farmacológicas
Acetazolamida: entre todos los medicamentos para prevenir el mal de altura, la Acetazolamida es la opción más eficaz, el cual es un medicamento que se puede utilizar hasta dos veces por día y puede ayudar a la regulación del cuerpo.
Dexametasona: Se utiliza para tratar los síntomas más severos del Mal de Altura y se suele usar como tratamiento de primera línea, sin embargo, hay que tener cuidado con el uso de la Dexametasona, y preferiblemente con asistencia médica.
Nifedipina: ayuda a aliviar algunos síntomas contra el Mal de Altura, aunque es recomendable usarlo bajo supervisión de un médico profesional.
Salmeterol: reduce los síntomas respiratorios, no obstante, se debe utilizar aconsejablemente por parte de un profesional de la salud.
Inhibidores de la Fosfodiesterasa: ayuda a reducir la presión arterial y, al igual que la mayoría de los fármacos, se debe utilizar convenientemente bajo supervisión médica.
Si el Mal de Altura no desaparece, es mejor descender y acudir a un médico profesional, porque el Mal de Altura puede desatar una serie de complicaciones que incluso pueden llegar a ser graves como ya mencionamos líneas arriba.
Recomendaciones
Cuando llegues a Cusco, lo primero que debes probar es el Mate de Coca, una infusión tradicional y beneficiosa para prevenir el Mal de Altura. Si preguntas a cualquier persona local de seguro te recomendará tomar un Mate de Coca, ya que esta bebida contiene vitaminas y minerales que regulan la presión arterial y estimula el sistema respiratorio. Lo mejor de todo es que esta infusión lo puedes conseguir en todos lados y prepararlo tú mismo. Y, por último, también puedes conseguir los caramelos de Coca para pasar el rato mientras tu cuerpo se aclimata.
OJO: Toma en consideración la altitud de algunos atractivos turísticos:
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