Las Líneas de Nasca, mundialmente famosa por los enigmas que esconde, es una de las más deslumbrantes atracciones turísticas del Perú a nivel nacional e internacional. Desde su descubrimiento varios estudiosos dedicaron parte de su vida a investigar los geoglifos y hoy en día sigue impresionando a sus visitantes por la magnitud de la obra en un terreno desértico. A continuación, te contamos todo sobre las Líneas de Nasca y te invitamos a conocer esta maravilla.
Las Líneas de Nasca están distribuidos a lo largo de 518 km2 aproximadamente, están extendidas en cuatro pampas: Palpa, Nasca, Socos e Ingenio, en la provincia de Nasca y departamento de Ica, al sur del Perú.
Las Líneas de Nasca están ubicadas en uno de los terrenos más desérticos del mundo y todas las figuras se conservan gracias al clima árido de la zona. Lo característico de su geografía es que el suelo es de color marrón y bajo esta capa se encuentra otra capa de tierra que es de color amarillo. Al caminar por este desierto queda una huella duradera, es por ello que los geoglifos permanecen durante un tiempo prolongado y son apreciables desde una altura considerable.
Las Líneas de Nasca están relacionadas con la cultura Paracas, Nasca y otras, datadas aproximadamente entre los años 600 a. C. y 1200 d. C., no obstante, los geoglifos son atribuidos a la cultura Nasca. Después de la decadencia de la cultura Nasca, los geoglifos quedaron abandonados y las posteriores culturas no continuaron la tradición de los geoglifos.
En 1927, las Líneas de Nasca fueron descubiertas por el Arqueólogo Toribio Mejía Xesspe. Sin embargo, a pesar de su revelación no se le tomó en consideración para los respectivos estudios y siguió permaneciendo como un enigma.
Es así que Paul Kosok el mismo año del descubrimiento de los geoglifos llegó al Perú y quedó fascinado por el misterio que se escondía detrás de los geoglifos. Por lo tanto, desde 1930 comenzó a investigar y propuso que se trataba de un calendario astronómico donde existía relación entre los movimientos de los astros y los geoglifos.
En 1946 la matemática alemana María Reiche inició el estudio de estas figuras y continuó las investigaciones de Paul Kosok, siendo la primera persona en realizar los estudios formales de estas líneas y desempeñó un papel fundamental en la conservación de los geoglifos. Cabe mencionar que hasta nuestros días es considerada la mayor estudiosa de las Líneas de Nasca.
Los geoglifos se popularizaron cuando empezó a funcionar los vuelos comerciales a finales de la década de 1950, siendo un medio para poder apreciar y estudiar esta magnífica obra de nuestros antepasados. Durante las posteriores décadas las líneas de Nasca serían famosas en portadas de revistas nacionales e internacionales, generando mayor interés por parte de la comunidad académica y los turistas.
Actualmente, con el apoyo de sofisticadas tecnologías, las últimas investigaciones afirman que los geoglifos fueron un sistema de gestión de agua, resaltando la importancia utilitaria y religiosa simultáneamente. Así mismo, es uno de los destinos más preferidos en el Perú y cada año sigue fascinando a miles de visitantes.
Los geoglifos son inscripciones o diseños sobre grandes extensiones de terreno que solo pueden reconocerse desde arriba.
Para la realización de los geoglifos se utilizaron especialmente dos técnicas:
El tamaño de las figuras y la forma es variado, y especialmente su tamaño es lo bastante grande para que muchos de los geoglifos no puedan ser apreciados en toda su extensión desde el suelo. Entre las diversas formas se tiene:
El 17 de diciembre de 1994 se declaró a los geoglifos de Nasca y Palpa como Patrimonio Cultural de la Humanidad por UNESCO.
No. Los geoglifos de Nasca no son los únicos en la costa andina, ya que también se tiene registro de geoglifos en el norte de Chile y el Altiplano de Bolivia. Esto indica que la construcción y uso de los mismos fue una práctica bastante difundida y común entre las culturas andinas prehispánicas.
Aunque las investigaciones modernas concluyen que las Líneas de Nasca no fueron construidas con un solo propósito, sino que responden a un cúmulo de propósitos, la gran mayoría de especialistas en el tema está de acuerdo en aceptar la teoría de que los geoglifos fueron un tipo de escenario para la realización de peregrinaciones religiosas asociadas al ciclo del agua.
No. Actualmente las investigaciones han demostrado que Las Líneas de Nasca son obra humana y no tiene relación con seres de otro mundo. Aunque algunos investigadores creen que esta magnífica creación fue realizada con apoyo de seres alienígenas, y es el caso de Von Däniken, quien afirma la influencia y proporción de tecnología avanzada por parte de seres extraterrestres hacia los humanos en esta parte del mundo.
Klokoèník, J., Vítek, F., Klokoèníkova, Z., & Rodríguez Rodríguez, A. (1996). Los Geoglifos de Nazca, Perú.
EL DESIERTO, B. H. E. NASCA.
https://www.bibliotecapleyades.net/nazca/esp_lineas_nazca_1.htm